En hebreo hashemen significa “el aceite”; si se cambia el orden de las letras en la palabra, se obtiene la palabra neshamá que significa alma. Si se sigue rearreglando las letras, se obtiene la palabra shemoná que significa “ocho”. Por ocho días, el aceite sirve como símbolo del alma, recordando el proverbio del Rey Salomón “el alma del hombre, es la lámpara de Di-s” (Proverbios 20:27).
El rol paradójico de la mujer en el milagro y la celebración de Janucá
La escena transcurre en la casa de una familia, una cálida noche de Janucá. El brillo de las velas de Janucá, ilumina la oscuridad de la noche mientras la familia se reúne atraída por su seducción.