Un hombre grande y corpulento visitó la casa del rabino y pidió ver a la esposa- la Rebetzin, una persona bien conocida por sus numerosos actos caritativos...
Era un día de otoño típico en 1906 cuando Rabí Iedidia Horodner entró en el “Tiferet Israel”, la sinagoga en la Ciudad Vieja de Jerusalém, con una gran sonrisa en su cara...